ANTES DE ABORDAR DESDE EL AEROPUERTO DE SCHIPHOL – 3 DE FEBRERO, 2024


Después de 17 años, emprendo un viaje corto hacia Rennes en la provincia francesa de Bretaña para ver a Marine, a quien conocí en el año 2007 durante mi año en Pamplona. Marine y yo salimos algunas veces (con intensidad considerable) y dos veces nos besamos. Claramente, había conexión física. Daba una sensación de mujer de personalidad fuerte con mucha resistencia en la fiesta. Al igual, siempre percibí una amiga real, franca y noble. Viajando hacia esos días, recuerdo sus ojos azules imborrables, piel blanca delicada, caderas llenas de vida, y cabello café oscuro rizado, y voz ronca pero tierna. Hace 17 años que la dejé de ver. No tengo idea cómo sea el encuentro y esa incertidumbre da sustancia. Da adrenalina.
En la antesala del viaje surgió una sensación enternecedora al percibir su intención de tratarme bien, de procurarme y cuidarme. Honestamente, hay una ilusión rondando leve y repentina por mi cabeza pero ingenua, quizás. No tengo idea qué sucederá…

DESDE EL APARTAMENTO DE MARINE. – LUNES 5 DE FEBRERO, 2024 – 7 AM


Ha sido inevitable regresar a los recuerdos de ese año en Pamplona. Era el 2007 y los tiempos eran distintos. Posiblemente ha sido el año más trascendental de mi vida. He reflexionado bastante sobre las razones para considerarlo así. ¿Que me surge dentro de mis entrañas para afirmar esto? Quizás Pamplona fue una oportunidad para comenzar de nuevo. Pablo se reinventó después de vivir en el contexto fronterizo, familiar y social. Pamplona se convirtió en un cambio de vida y, sin ninguna percatación, fui más allá de las capas estructurales para conocer mi esencia. Posiblemente por eso conecté profundamente con tanta gente. Vivir un año sin presiones y sin responsabilidades y con la única finalidad de gozar, conocer amigos y reflejarse en otros fue una bendición que hasta el día de hoy, visitando y disfrutando a Marine, me arropa. Pocos tienen la fortuna de haber conformado un grupo tan unido y entrañable. Y aún más fortuna compartir tiempo con ella tan maravillosa inmersa en su entorno y estando en circunstancias similares a las mías. No negaré esa tentación. Sin embargo, su amistad y cariño me son más importantes. Y qué paisajes tan impresionantes y mágicos tiene la costa de Bretaña. Sin embargo, Marine me parecía aún más bella e interesante.


DESPUÉS DEL VIAJE EN EL AEROPUERTO DE RENNES – 6 DE FEBRERO, 2024


¿Hasta dónde llegan los lazos del cariño? Muchos personajes sabios, científicos y hombres ilustres no han concebido el concepto del amor. El universo es un fenómeno de distancias inimaginables para el entendimiento humano pero el amor es una fuerza que no puede palpar pero es eterna y viaja millones de años luz al instante. Todo ese cariño y enternecimiento que tenemos entre unos y otros es la fuerza que nos da vida y es un motor para mantener el fuego de la existencia. Hacia 16 años que no veía a Marine y ni siquiera la conozco en demasía. Pero ahora que la contemplaba recién despierta con su cabello rebelde y delgado vistiendo su suéter de peluche verde soldado, preparando el café, revolviendo huevos batidos después haber ido a la boulangerie del barrio a comprar un baguette, caminando a su lado con ese andar tranquilo por las calles rústicas de Rennes, y esos ojos profundos, limpios y azules como el mar de Cancale, me parecía más, mucho más guapa que el año en Pamplona. Aún recuerdo el dulce sabor de su boca y el whisky y cigarro combinado con el mío que seguramente tenía casi las mismas notas. Esa piel blanca con apenas algunas arrugas me despertaban mucho deseo y ternura. Una mujer que se tomó días de ausencia en el trabajo para convivir conmigo y entregarme toda su energía a través de conversaciones íntimas, nostalgia, miradas, momentos inolvidables donde el presente fue todo lo que importó. Anhelo muchos más instantes así donde el corazón se enciende, donde percibo una aceptación total de mi persona, donde se revelan los misterios de la existencia propia estirando el amor y las emociones de antaño sin complicaciones, sin peros.
Marine es ese sitio donde veo el amor a través de toda capa de manera muy fácil, muy natural. No podía evitar perderme en el sueño de volver a besar esos labios tan perfectamente formados y rosas, como chicle. No me atreví. He aprendido de ella a vivir más sobrio, más simple y en paz, porque cuando alguien nos da paz es ahí. Y si no es ahí, servirá como inspiración.
Eternamente agradecido contigo, mi bella Marine. Sigamos en la búsqueda…

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