Ser Pecador Deja.

Desde primaria hasta preparatoria asistí a un colegio marista donde, aunque no solían ser tan fanáticos, a veces sí pecaban de ridículos, la neta. En especial, una maestra a la cual voy a llamar «Amiga», impartia clases alternativas, en las cuales la institución se jactaba de ofrecer a la sociedad y de alguna manera de estar a la vanguardia de la educación. La «Amiga» era muy devota de Jesús, también era muy simpática y siempre me pareció que era una muy buena persona. En ese entonces, yo era muy creyente pero eso no signfica que no fuese pecador. Al contrario, me encantaba el pecado. Incluso, pertenecía a un grupo apostólico que cada viernes iba a dar clases de catecismo a otra escuela marista pero de bajos recursos en la periferia de la ciudad. Una vez al semestre teníamos un retiro spiritual en otras entidades del país (donde conocia mujeres con otros acentos y otros encantos) y a veces nos íbamos de misioneros a zonas muy marginadas. Toda esta experiencia contribuyó mucho para cambiar mis perspectivas del mundo, sobre todo cuando tocaba ir de misiones, puesto que era realmente accionar, convivir, adaptarse a la gente, conocer cómo viven y ser más agradecido con la realidad de uno. Los retiros, pues lo ayudan a uno a estar como en una especie meditación y ya está. Lo que se requiere para mejorar el entorno es acción, lo demás pues…lo dudo. En fin, volviendo a la maestra «Amiga», era absurdo que conociendo sus creencias, le diesen la clase de Educación Sexual. Era un espectáculo la clase con ella, como cuando nos acosejaba que para no masturbarnos, nos fuéramos a correr, nos pusiéramos a brincar o a soltar la energía de la calentura, porque pues era pecado y para Jesús no estaba bien. Pero a esa edad a todos se nos andaban quemando los chilaquiles (como dice mi abuela). Supongo que Jesús siempre está atento a lo que uno se hace en el cuerpo, pero no se voltea, sigue viendo. Qué miedo, no?

En el grupo del salón había algunos compañeros que hacían comentarios bastante indecentes y la verdad hasta yo me incomodaba de lo «pasaditos» que eran. La disciplina y la poca solidez en castigarnos era un incentivo exquisito para insultar a las autoridades maristas. Apenas entraba la maestra y un compañero comenzaba a gritar que se la chupara en tono de broma. Si, así literalmente. No voy a mentir, a mi la verdad sí me daba mucha risa pero todavía me daba más pinche risa cuando la maestra le contestaba: «A ver amigo, y por qué quiere que se la chupe?» O sea, qué pedo?!

La educación sexual se enfocaba más en abstenerte en lugar de prevenir por medio de métodos anticonceptivos. Te decían que no cogieras porque eso lastima a Jesús, a la Virgen María, y a ti mismo. No se si siga siendo así el enfoque que tienen pero de 1998 al 2001 así lo fue. Encima, teníamos que ir a misa en la capilla escolar cada viernes, rezar antes de cada clase y tomar clases de encíclicas papales (para ser unos chinguetas como cristianos). Tampoco quiero satanizar a los profesores que tuve porque tengo excelentes recuerdos de ellos y ejemplos de vida, y esto es algo que por cierto actualmente me cuesta comprender.

Al chile, no quiero ofender a nadie ni ser irrespetuoso con nadie. Me considero una persona que cree en que sí existe un Dios que influye directamente en nuestras vidas, que es necesario tener fe en uno mismo, en las personas, y en nuestros destinos, que meditar o rezar nos ayuda para estar en paz con uno mismo, y que no tengo que tener ninguna religión para ser feliz y hacer las cosas bien. Considero que todas las religiones son falsas y no hay motivos para ser religioso si en su fundamento la doctrina es falsa. Sin embargo, mi experiencia me ha mostrado que aunque hay mucha gente que usa la religión para abusar, enriquecerse, torturar, matar, violar, juzgar, pues también existe mucha gente que son incuestionablemente excelentes agentes sociales y excelentes amigos. Hay mucha gente ahora que critica fuertemente a los cristianos pero la mayoria de esa gente no constribuye en nada a la sociedad. Por qué será que los que somos agnósticos o ateos nos involucramos menos en la comunidad a diferiencia de los cristianos que se preocupan más por la pobreza? Será que necesitamos algún tipo de guía religiosa o deidad encarnizada para mejorar nuestro entorno? Yo no creo que sea necesario convertirse al Catoliscismo o al Islam o al Budismo para llevar una vida de bien, porque eso requeriría que no podamos tener sexo libremente con quien queramos, que este prohibido masturbarnos (aunque eso la neta nos valdria madres y lo seguiríamos haciendo), que divorciarse fuese un pecado aunque seas victima de violencia domestica de por medio, que no pudieses usar condón, que los homosexuales fuesen estigmatizados, que la marihuana es satánica, y así podriamos seguir todo el dia. No, prefiero no ser parte de eso. Prefiero ser el dueño de mi cuerpo. Y no limitar mi conocimiento a un libro que tiene más interpretaciones que mujeres de Hugh Hefner. La Iglesia condena el pecado pero cómo hacerle? A mi me fascina el pecado. Desde luego a ustedes también pero a lo mejor lo llaman diferente. El pecado me ha hecho tener los mejores recuerdos de mi juventud. Por qué no dejar de limitarse por teorías ya obsoletas y ser activo en ayudar a los más pobres? Es posible, pero se requiere un interés genuino de aceptar que somos afortunados de nacer en un pedestal más cómodo y eso exige desprenderse del egoismo que a muchos nos ciega. Nunca pude desprenderme realmente de las bases católicas que me instruyeron desde niño, hasta que un buen día attericé en España (si algún padre o madre está leyendo esto, es el momento de pensarlo dos veces antes de enviar a su hijo de intercambio). Sin embargo, me costó. Tengo que aceptar que incluso fui a dos o tres misas bastante aburriditas en la capital Navarra. Una verdadera obscenidad. Llegas y el padre cantando en latín. No mames! Y la canción de los animalitos?

La maravilla del ser humano es poder cambiar de opinión cuando nos de la gana y pensar más allá de lo que alguien nos dice. Por más divino y sobrenatural y milagroso que algo aparente ser, cuestionar es un derecho innato y es la virtud que nos ha hecho descubrir el universo, crear revoluciones, lograr lo que parece imposible. Y a todo esto, me llega un destello de un buen amigo pamplonés que alguna vez que me contó:

«Tú sabes lo que se dice de las mujeres pamplonesas que son muy frías? Bueno pues, aquí en Pamplona follar no es un pecado. Es un milagro».